31.5.09

Más mortal que la influenza

Lo característico de la vida actual no son la inseguridad y la crueldad, sino el desasosiego y la pobreza.
George Orwell

La pobreza es un fenómeno complejo y multidimensional, razón por la cual existen varias definiciones y maneras de medirla. Se puede definir la pobreza como una situación considerada indeseable y posible de remediar que sufre una o más personas y que consiste en una muy baja o nula posibilidad de satisfacer necesidades básicas con medios generados por la misma persona. Si antes, hace un par de siglos y algo más, la curiosidad humana se dirigía hacia la explicación de la riqueza; la misma curiosidad humana está ahora dirigida a la explicación de la pobreza. Lo que antes era la regla, ahora es la excepción.

Lo que requieren los seres humanos para satisfacer sus necesidades básicas varía en el tiempo y entre las sociedades. Por ello cada país elabora sus propias líneas de pobreza de acuerdo con su nivel de desarrollo, normas sociales y valores. La pobreza en México se mide desde mediados de los años 90 en tres categorías. La pobreza alimentaria se configura cuando las familias no pueden obtener "al menos una canasta básica alimentaria, aun si se hiciera uso de todo el ingreso disponible en el hogar". La pobreza de capacidades se manifiesta cuando las familias o personas tienen dificultades para cubrir gastos de educación y salud. En pobreza de patrimonio, una medida que aplican autoridades e investigadores para englobar las diferentes dimensiones de pobreza y en la que se incluye a quienes no tienen suficientes recursos para gastos de vivienda y vestido.

Una enfermedad que parece incurable es la pobreza en México, aunque algunos datos y algunos bien intencionados analistas (espero que sean bien intencionados) muestran que se han logrado algunos avances en contra de este mal social. En los últimos 10 años, de acuerdo con la evidencia presentada por el Banco Mundial, el periodo posterior a la crisis económica de 1994-1995 ha sido de constante recuperación en los niveles de vida de la población, veamos algunos ejemplos de ello:
De 1996 a la fecha, el porcentaje de la población en condiciones de pobreza pasó de 55% a niveles cercanos a 45% de la población. En el mismo lapso, la pobreza extrema se redujo de 37% a un nivel cercano a 18 por ciento. Asimismo, el porcentaje de población en extrema pobreza con acceso a electricidad se incrementó de 60% a niveles superiores a 90%; a agua potable, creció de 35 a 60% y a servicios sanitarios, se elevó de 22 a 26 por ciento.

Según los datos anteriores, hoy los pobres tienen un mayor acceso a la salud y a la educación, sus condiciones de vivienda y nutrición se han mejorado sustancialmente; sin embargo, sus ingresos siguen siendo dramáticamente bajos.
Veamos los siguientes datos que proporciona la Secretaría de desarrollo Social de México:
3% de la población vive con menos de un dólar al día; 14 millones viven con menos de US$ 2.50 ( 34 pesos al tipo de cambio de hoy); 40 millones viven con menos de US$ 4.50 ( 60 pesos al tipo de cambio de hoy). Cifras reales.

En el 2000 los países pertenecientes a la ONU (México pertenece a la ONU) firmaron un conjunto de obligaciones para abatir la miseria, la desigualdad y la contaminación. México firmo ese acuerdo y se comprometió a lograr avances significativos para el 2015. Estamos un poco más allá de la mitad del tiempo de ese compromiso adquirido, y, tristemente, no se ven modo alguno para lograrlo.
La presente recesión de EE. UU. y la crisis económica de la influenza humana nos revelan un futuro desalentador, ya que según datos del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), México necesita elevar el gasto público y llevarlo a cinco por ciento del PIB para cumplir sus obligaciones de reducción de la mortalidad materna e infantil, elevar la cobertura de enseñanza y mejorar los servicios de agua potable y saneamiento. Pero según pronósticos del Fondo Monetario Internacional la economía de Estados Unidos, su principal socio comercial, se contraerá en 2.8 por ciento este año y 0.05 por ciento en 2010. Este pronóstico es desalentador si lo juntamos con los datos de la Secretaría de Desarrollo de México donde evidencia un nulo mercado interno y la total dependencia hacia el mercado norteamericano, nos muestra una población sin posibilidades de reales de consumo, y donde el principal proveedor es el Estado con programas como oportunidades donde entrega a los hogares inscriptos en el programa entre 400 y 500 pesos mensuales (unos 35 dólares) a cambio de que los niños vayan a la escuela y se asegure la atención de salud, entre otras obligaciones dirigidas a romper el ciclo de pobreza en que se encuentran millones de familias. Pero ¿cuánto tiempo podrá durar este programa cuando se espera una caída en los volúmenes de recaudación tributaria que, según autoridades, dejarán este año un déficit de dos por ciento en las finanzas del Estado?

No, no pretendo convertir este articulo en la nota roja de economía, sólo pretendo buscar respuestas y soluciones a una enfermedad social que no se evita usando tapabocas.

Carlos Alberto Ramírez Sorroza
31 de mayo 2009

1 comentario:

Aliento dijo...

Hay que tener cuidado por que el mal aliento puede ser causa de una grave y penosa emfermedad llamada halitosis, aca les dejo un blog con mas informacion al respecto http://mal-aliento.blogspot.com