Ayer llovió por mi rumbo.
Llegué tarde
no pude abrir puertas
ni ventanas
para que el aroma
de sed saciada
se impregnara en toda la casa.
Llegué tarde
no pude abrir puertas
ni ventanas
para que el aroma
de sed saciada
se impregnara en toda la casa.
Fue inútil.
Sólo quedo un anhelo,
una mirada de jaula de la sábila
que vio la lluvia
a través del cristal de la ventana.
charlie a. secas
3 comentarios:
la lluvia cae
sobre mi cuerpo desnudo
tembloroso por el frio de tu ausencia
una lagrima tibia
rueda por mi mejilla
humedece mis labios
secos
sedientos de tu aliento
un grito
hazme el amor y mirame!
por que no regresas?
La lluvia cayó
seca
triste y ausente
cansada de pensar
al final se sentó
en el banquito del fondo
en la habitación azul
de ese departamento
abandonado desde hace 2 años
con promesas y
el anhelo pegado en el cristal de la ventana.
Besos a mi oso preferido.
Gaby
Paradójicamemte, "sed, sed, sed" cae como agua fresca al lector que navega entre las secas y hostiles arenas del desierto llamado Internet.
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