El ciclista llegó empapado a su casa.
La lluvia sorprendió a todos:
no llueve por estos rumbos en invierno.
Un sentimiento
embistió al ciclista en los últimos días:
no se necesitan poetas en esta tierra.
La lluvia sorprendió a todos:
no llueve por estos rumbos en invierno.
Un sentimiento
embistió al ciclista en los últimos días:
no se necesitan poetas en esta tierra.
Lluvia y ciclista se equivocaron
de estación,
de mundo.
(súbita lluvia de invierno 13:32 de un lunes)
Corto de vista y de expectativas. Silba a la menor provocación.
1 comentario:
me encanto el blog
saludos
suerte
Lyn
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